miércoles, 13 de marzo de 2013

La participación de quienes no saben qué es participar


Saludo cordial... que interesante reflexión se presenta en el BLOG de @Mauriciogil999 y mucho mas gusto me da que esta sea suscitada por la propuesta de intervención del curso #doctic5y6, que lastimosamente muy pocos han logrado poner en acción efectivamente.

Quiero traer a colación uno de los asuntos que se mencionan en la reflexión y tiene que ver con la importancia del moderador en la participación del otro; con lo cual estoy totalmente de acuerdo sobre todo en el ámbito en el que tienes tu nueva experiencia virtual, es decir en el pregrado. Como moderadores, infortunadamente somo esenciales, vitales y ello a que nuestros estudiantes dificilmente proponen o tienen iniciativa.
Quiero centrarme en ello para resaltar uno u otro de los nuevos retos de la escuela contemporánea, ya que la tradición educativa en la que han sido formados nuestros estudiantes, les hace muy difícil o prácticamente les impide acercarse o proceder en la aventura del aprender de manera "solitaria" y mucho menos por mutuo propio, la iniciativa (no en todos los casos) no se ha cultivado, pese a ser un factor fundamental en las prácticas de estudio.
 En los esquemas y hábitos educacionales les han enseñado que el docente debe no solo presentarles (casi que transmitirles) los contenidos del curso de manera muy depurada (tras previos procesos de análisis conceptual hechos por el maestro), sustancial (sin mucha densidad), sistematizada (secuenciada y previamente relacionada y conectada), didactizada (con ejemplos fáciles de comprender, aunque con riesgo de ser entendidos como los conceptos mismos) y dosificada (en el que la medida de tiempo la pone el profesor y por efectos externos o no relacionados directamente con las comprensiones y aprendizajes de los estudiantes).
Todo lo anterior contribuye a que en ocasiones la información transmitida no tenga mucho sentido o importancia para quien aprende, porque llega en un momento en el que él no la ha pedido, no le ve sentido o simplemente no la precisa para suplir sus necesidades mas cercanas. 
Recibimos estudiantes que aunque al decir de Marc Prensky son nativos digitales todavía es necesario formar en ellos unas prácticas de estudio que tengan como piedra angular la iniciativa, es decir que no tengan que esperar a que sea alguien externo quien les propone, ordena, instruye o indica lo que deben hacer para que sean realmente digitales. Dicha cualidad formada en los estudiantes haría de la moderación un proceso comunicativo que contribuye en el proceso de aprendizaje, dado que se facilita la exteriorización y no solo la solución de preguntas de parte de quien modera o la reexplicación de la instrucción. La moderación pasaría ya ser un diálogo conceptual que permitiría profundizar en la materia y en la cual el profesor también continuaría aprendiendo.
Por ahora, mientras formamos a eso nativos digitales para que sean ellos quienes aprenden por sus propias cualidades y métodos y no necesariamente por el esfuerzo del maestro,  nos corresponde pensar la moderación y la participación como dos procesos absolutamente inseparables y el primero jalonador del segundo.