Intentar obtener un resultado diferente haciendo lo mismo, es una locura" (Albert Einstein)
Comenzamos una semana con una temática, que si bien es nueva para muchos sobre todos los que estamos cursando la Maestría en Educación, ya hemos logrado entender que participar no es lo mismo que asistir, leer, pensar o simplemente escuchar, como se hace regularmente en el aula de clases.
Según el DRAE: participar es:
(Del lat. participāre).
1. intr. Dicho de una persona: Tomar parte en algo.
2. intr. Recibir una parte de algo.
3. intr. Compartir, tener las mismas opiniones, ideas, etc., que otra persona. Participa de sus pareceres.
4. intr. Tener parte en una sociedad o negocio o ser socio de ellos.
5. tr. Dar parte, noticiar, comunicar.
Según el DRAE: participar es:
(Del lat. participāre).
1. intr. Dicho de una persona: Tomar parte en algo.
2. intr. Recibir una parte de algo.
3. intr. Compartir, tener las mismas opiniones, ideas, etc., que otra persona. Participa de sus pareceres.
4. intr. Tener parte en una sociedad o negocio o ser socio de ellos.
5. tr. Dar parte, noticiar, comunicar.
En la primera acepción es fundamental que tengamos en la cuenta que nosotros tomamos parte de este proceso, es decir, que este proceso es como es, debido a que nosotros hemos tomado parte en él y lo hemos intervenido; como quien dice: este ambiente está hecho a nuestra imagen y semejanza, no es que se parezca a nosotros, sino que allí estamos nosotros, somos nosotros quienes lo caracterizamos. Ese quizá sea uno de los primeros cambios importantes que tendríamos que dar, en relación con los ambientes tradicionales en los cuales un curso depende del profesor, la presentación de contenidos, la evaluación, las tareas que se asignan, los recursos empleados y cualquier otro aspecto que comporten los cursos en modalidad presencial física.
Podríamos decir entonces que uno de los conceptos que permiten pensar en el cambio y gran diferenciador de unos ambientes y otros es la manera en que los diferentes agentes del proceso participan, es decir, toman parte de los cursos.
Podríamos decir entonces que uno de los conceptos que permiten pensar en el cambio y gran diferenciador de unos ambientes y otros es la manera en que los diferentes agentes del proceso participan, es decir, toman parte de los cursos.
Participar, en la segunda acepción del DRAE dice que es recibir una parte de algo, lo que podríamos interpretar como: yo no sólo produzco, escribo y participo escribiendo, sino también leyendo al otro, interpretándolo, considerando su punto de vista y tomando de lo leído lo que más me convenga para la construcción de mis comprensiones. Otro cambio trascendental en lo relativo a la participación en ambientes de aprendizaje se refiere a la capacidad de escucha, de atención por el discurso y argumentación de los colegas, lo que pareciera muy obvio, sin embargo quienes hemos sido profesores hemos notado como nuestros estudiantes sólo nos prestan atención a nosotros y rara vez les genera interés el discurso de los compañeros, es más las exposiciones y presentaciones de actividades no se hacen para los compañeros sino para los profesores, y mientras un compañero expone, los demás siguen haciendo su vida social o en el mejor de los casos preparando su propia exposición. También es cierto que en la modalidad presencial, aunque también es posible en la virtualidad, existen de manera tácita unos contratos o convenios sociales en los que los estudiantes se comprometen a no hacer quedar mal a quien expone con preguntas “corchadoras” o preguntas que su respuesta requiere un estudio en profundidad, son contratos del tipo: “hagámonos pasito”. En nuestra propuesta la idea es absolutamente contraria a lo narrado, el cambio que debemos hacer para no seguir haciendo lo mismo, sugiere que las preguntas que surjan no tengan otro propósito que su más original intención: el deseo de aprender o comprender algo que posiblemente no sea claro; debemos volver a la pretensión original de la pregunta y de la respuesta que no debe ser otra que buscar ayuda o colaborar con los otros.
Participar, desde la acepción de compartir es quizá la mejor manera de entender el sentido de nuestra propuesta, con esta manera de entender el concepto participar está representado el gran cambio que debemos dar al momento de pensar en participar, lo hacemos no porque sea una obligación, no porque se vaya a calificar o a evaluar, no porque hace parte de las instrucciones, participamos o compartimos porque cognitivamente sabemos que es imposible aprender sin antes no tener un diálogo interpsicológico y posteriormente sin exteriorizar aquello que decimos haber interiorizado, compartimos por beneficio propio, porque al compartir con los otros y al recibir de ellos una respuesta estamos cerrando el ciclo del aprendizaje desde una perspectiva social constructivista como la planteada por Lev S. Vygotski.
Participar, desde la acepción de compartir es quizá la mejor manera de entender el sentido de nuestra propuesta, con esta manera de entender el concepto participar está representado el gran cambio que debemos dar al momento de pensar en participar, lo hacemos no porque sea una obligación, no porque se vaya a calificar o a evaluar, no porque hace parte de las instrucciones, participamos o compartimos porque cognitivamente sabemos que es imposible aprender sin antes no tener un diálogo interpsicológico y posteriormente sin exteriorizar aquello que decimos haber interiorizado, compartimos por beneficio propio, porque al compartir con los otros y al recibir de ellos una respuesta estamos cerrando el ciclo del aprendizaje desde una perspectiva social constructivista como la planteada por Lev S. Vygotski.
En la quinta acepción de participar de acuerdo con el DRAE, resalta la palabra COMUNICAR, un concepto que ha entrado en todas las discusiones y conceptualizaciones en educación como central, fundamental, a partir de la cual los procesos de enseñanza y de aprendizaje deben repensarse y sin lugar a dudas transformarse… para no continuar haciendo lo mismo!
Parafraseando a los estudiosos de la escuela de Palo Alto quienes sostenían “aún no comunicar, comunica”, con lo cual nosotros como maestros de un ambiente mediado debemos considerar inclusive cuando un estudiante no se manifiesta, el mejor ejemplo lo tuvimos en el curso anterior de Ambientes de Aprendizaje con la segunda cohorte, lo cual fue para mi un gran aprendizaje, cuando un colega, a quien llamaremos Guillermo para no revelar su verdadera identidad, se enfermó y no participó durante unas siete semanas; el profesor, en este caso yo, no tuve la precaución de comunicarme con él de manera personal, aunque sí le pregunté a varios compañeros, quienes tampoco supieron darme noticia de él. Solo semanas después Roldán... perdón!! el colega se recuperó y me escribió preguntándome si era posible continuar, mi respuesta fue afirmativa, pero para ello debía desatrasarse, lo cual para mi significaba leer la documentación, realizar las acciones necesarias para poder construir la actividad de aprendizaje que se debía entregar durante la última semana del curso y leer los comentarios y construcciones conceptuales realizadas colaborativamente en medio de la interacción entre todos los colegas. Sin embargo lo que el colega entendió era que desatrasarse significaba escribir lo relativo a siete semanas atrás... total confusión comunicativa porque "Guillo", con el afán de cumplir, se dedicó a escribir y a escribir y a escribir, ¡pero lo que se dice a escribir ehhhh!!, tanto que estoy seguro que para muchos en vez de generarles un interés por leer al compañero, se sintieron angustiados... bueno dejémoslo en aburridos al pensar que tal vez debían leer todos los comunicados, y peor aún responderle!!
El caso del compañero, de quien me reservo su identidad, es un buen ejemplo de que nuestro compromiso es escribir, producir, leer con atención, compartir con los compañeros el producto de nuestras reflexiones, comprensiones y aprendizajes, pero también nos corresponde saberle llegar, pensar cómo nos vamos a comunicar de manera tal que para el colega sea lo más claro, placentero y productivo leernos. La participación es una acto volitivo, que nace, que inclusive es considerado como un placer y tal vez una necesidad. Como quien escribe y alimenta diariamente su blog que tiene un afán de presentarle al mundo sus avances o reflexiones, sus aprendizajes y experiencias, pero sobre todo lo que tiene es el deseo de compartir y para ello hace su mejor esfuerzo comunicativo por ser claro, amigable, estratégico y sobre todo moderado (cualidad que no es precisamente mi fuerte!).
Parafraseando a los estudiosos de la escuela de Palo Alto quienes sostenían “aún no comunicar, comunica”, con lo cual nosotros como maestros de un ambiente mediado debemos considerar inclusive cuando un estudiante no se manifiesta, el mejor ejemplo lo tuvimos en el curso anterior de Ambientes de Aprendizaje con la segunda cohorte, lo cual fue para mi un gran aprendizaje, cuando un colega, a quien llamaremos Guillermo para no revelar su verdadera identidad, se enfermó y no participó durante unas siete semanas; el profesor, en este caso yo, no tuve la precaución de comunicarme con él de manera personal, aunque sí le pregunté a varios compañeros, quienes tampoco supieron darme noticia de él. Solo semanas después Roldán... perdón!! el colega se recuperó y me escribió preguntándome si era posible continuar, mi respuesta fue afirmativa, pero para ello debía desatrasarse, lo cual para mi significaba leer la documentación, realizar las acciones necesarias para poder construir la actividad de aprendizaje que se debía entregar durante la última semana del curso y leer los comentarios y construcciones conceptuales realizadas colaborativamente en medio de la interacción entre todos los colegas. Sin embargo lo que el colega entendió era que desatrasarse significaba escribir lo relativo a siete semanas atrás... total confusión comunicativa porque "Guillo", con el afán de cumplir, se dedicó a escribir y a escribir y a escribir, ¡pero lo que se dice a escribir ehhhh!!, tanto que estoy seguro que para muchos en vez de generarles un interés por leer al compañero, se sintieron angustiados... bueno dejémoslo en aburridos al pensar que tal vez debían leer todos los comunicados, y peor aún responderle!!
El caso del compañero, de quien me reservo su identidad, es un buen ejemplo de que nuestro compromiso es escribir, producir, leer con atención, compartir con los compañeros el producto de nuestras reflexiones, comprensiones y aprendizajes, pero también nos corresponde saberle llegar, pensar cómo nos vamos a comunicar de manera tal que para el colega sea lo más claro, placentero y productivo leernos. La participación es una acto volitivo, que nace, que inclusive es considerado como un placer y tal vez una necesidad. Como quien escribe y alimenta diariamente su blog que tiene un afán de presentarle al mundo sus avances o reflexiones, sus aprendizajes y experiencias, pero sobre todo lo que tiene es el deseo de compartir y para ello hace su mejor esfuerzo comunicativo por ser claro, amigable, estratégico y sobre todo moderado (cualidad que no es precisamente mi fuerte!).
Concluyo diciendo que participar es uno de los conceptos que permiten evidenciar que algunos ambientes educativos, físicos y electrónicos, deben transformarse, sobre todo si tiene en mente que su propósito es educar, formar y aprender. En tiempos como estos que se vive lo que Juan Ignacio Pozo llama una cultura del aprendizaje, no podemos seguir perpetuando ambientes unidireccionales; centrados en un sólo sujeto; egoístas en tanto el objetivo es sobresalir y para ello se requiere ocultar información; atomizar los grupos; comunicarse con un lenguaje barroco o una retórica para la confusión. Colegas participamos aplicando estos conceptos para el cambio o la educación será una “locura”, para traer a colación el epígrafe de este comentario, expresado por uno de los genios de la ciencia moderna Albert Einstein.
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Es importante conocer que para lograrlo es necesario tener claras unas estrategias planteadas como: estudios comparativos, clasificación, inducción, deducción, análisis de errores, abstracciones, análisis de perspectivas y búsquedas orientadas en sistemas de documentación.
En la mayoría de los casos es importante ofrecer al educando los objetivos de aprendizaje y una guía u orientación metodológica sobre cómo se debe realizar el proceso de incorporación de los resultados, esta guía debe contener indicadores de éxito y delimitar claramente los elementos de aprendizaje, como se ha venido realizando con el profesor Diego Leal en el programa que acabamos de iniciar formando un trabajo colaborativo de participación y aprendizaje virtual, a quién le resalto su organización ,la forma de planeación , paciencia y la tolerancia como método para lograr en sus estudiantes su meta propuesta.
Sabemos que la participación es un enlace de conocimientos integrados que nos permiten visualizar y enriquecer nuestro quehacer como docente, con las experiencias cotidianas que reflejamos en nuestro diario vivir.
Compartir estas experiencias a través de este medio virtual nos enriquece mutuamente y rompe paradigmas construyendo nuevos enfoques que permiten alcanzar a conocer un mundo rodante, amplio y virtualmente lleno de esperanza.
Cada mensaje que nos llega de ese grupo participativo y colaborativo nos deja una huella de enseñanza que nos amplia mucho mas nuestros conocimientos, siempre y cuando seamos capaces de visualizar con responsabilidad lo del otro o los otros e intervenirlos como nos lo indica el profesor Diego Leal, siendo esta una manera de enriquecer nuestro propio aprendizaje.